«Emma, por su parte, nunca se preguntó si le amaba. El amor -tal creía ella- debía presentarse de improviso, con grandes estruendos y fulguraciones, como tempestad celeste que desencadena sobre la vida y la transtorna, y arrastra como a secas hojas las voluntades, y hunde en el abismo y por completo a los corazones. No sabía que la lluvia forma charco en las azoteas de las casas cuando las canales están obstruidas. Y hubiera permanecido segura de su virtud si no hubiera descubierto súbitamente una grieta en la pared».
Gustave Flaubert – Madame Bovary.
A veces pasa que solo hasta que tocás fondo te das cuenta de que has estado en relaciones tóxicas, ha estado tan de moda esa palabra que realmente no alcanzamos a sentarnos a pensar qué significa: «madres tóxicas», «relaciones tóxicas», «personas tóxicas»… ¿Qué es eso?
Por mi parte, he llegado a la conclusión de que algo es tóxico para mí en tanto me lastima a través de ciertos mecanismos que no suelen variar mucho, aunque sí varían de persona a persona. Sigue leyendo «Aprendiendo a amar»