Retorno

Luego de varias semanas sin internet y luego sin computador, al fin tengo la oportunidad de retornar a este espacio y “pensar en voz alta” algunas cosas…

Por una parte, el no tener computador un buen tiempo me hizo confirmar lo que había dicho en el post Computadores con internet, ¿Necesarios en universidades públicas? Supe lo que es tener que pagar horas de café internet para realizar trabajos de la universidad ó para trabajar (pues, como ustedes saben, soy la tutora virtual de Hiperbarrio Ituango y por obvias razones de distancia los talleres son vía internet), supe lo que se siente no recibir a tiempo un correo urgente a tiempo y como consecuencia tener que imprimir de nuevo un trabajo bastante costoso solo porque la profe había dicho por correo que no era así, y supe lo que se siente tener que repetir el trabajo (de nuevo en computador) un día antes de un parcial, cuando las salas de la biblioteca –que son las que abren hasta tarde de forma gratuita- solo tienen como editor de texto el pinche bloc de notas (si algún estudiante de la de Antioquia me lee, le cuento que la solución esta en google docs). Por lógica simple, pagar un café internet para poder trabajar hace que las ganancias en un trabajo sean mínimas, en esos casos uno trabaja por puro amor a lo que hace. Sigue leyendo «Retorno»

Signo inequívoco de barbarie: creer que sólo la violencia cambia la realidad (UdeA)

Dispensador dulces
Dispensador dulces (foto cortesía comité rectoral)

(…) ¿Cuál es el signo distintivo de la barbarie? Dice Tzvetan Todorov que los bárbaros son aquellos que niegan la plena humanidad de los demás.

Y agrega: son caóticos, arbitrarios y no conocen el orden social. Y es un orden el que, con la confluencia de múltiples voluntades, nos ha permitido llegar a acuerdos para habitar nuestro espacio, resolver nuestros problemas, buscar formas de vida cada vez mejores.

Parece que hay quienes se desesperan cuando la universidad funciona, hace lo que le corresponde, se consagra al estudio y a la deliberación. Es como si creyeran que si no hay bombas no hay vida, que sin destrucción no hay acción.

(…) Causa estupefacción que objetos como los proveedores de dulces, que simbolizan la búsqueda de una universidad solidaria, con la participación activa de los mismos estudiantes, sean elegidos como blanco de acciones destructoras.

Por fortuna, prima entre nosotros la búsqueda de una humanidad que, apoyada en el cultivo del conocimiento, le apuesta a la transformación razonada y no violenta de la vida.

Comité rectoral

Medellín, 11 de junio de 2009

Manifiesto mi rechazo a los actos destructivos de patrimonio universitario, que es un patrimonio público al cual accedemos, en mayoría, estudiantes de escasos recursos, es lamentable saber que la libertad de expresión se toma como excusa para el vandalismo, que la libertad ideológica se toma como excusa para privar el derecho a la educación, que nuestros propios compañeros atenten contra bienes comunes como si fueran únicos dueños y señores de ellos, como si con hacer actos destructivos y violentos en realidad lograran un cambio positivo de la sociedad. Sigue leyendo «Signo inequívoco de barbarie: creer que sólo la violencia cambia la realidad (UdeA)»

Como conejos

Me monto al colectivo del metro, el cuál me llevará a La Loma (no se confunda, en Medellín hay muchas lomas, pero me refiero a la vereda del corregimiento San Cristóbal)…

 

Luego se monta un señor con 7 o más muchachitos –y no me interesa saber si era el padre, lo que les cuento es un punto de vista de pasajero y ciudadano-, hasta ahí todo bien, el problema es que el señor pagó por su pasaje, pero no por el de los niños, a lo cuál el conductor le obligó a bajarse o pagar (venía con la cabeza en otra cosa y no me preocupé por si se había bajado, si le devolvieron el pasaje o pagó por los niños…), ahí podemos decir que “suele suceder”, pero…

 

Luego se monta una señora con tres niños, luego otra más joven con dos, y así sucesivamente hasta que el colectivo tiene más aspecto de guardería que de colectivo –tengamos en cuenta que NO era 31 de octubre, que es el día en que uno más se topa con niños en todo el año, sin embargo, también tengamos en cuenta que era domingo, y que, pese a la lluvia y la hora (8pm aproximadamente), a los niños y a su padres se les dio la gana de salir, no importa, son libres, pero… Sigue leyendo «Como conejos»

Reinventando el Mundo

«Pensar en generar cambios en la cultura pasa por pensar que tipo de identidades, valores y prácticas queremos generar. Eso tiene que ver mucho con el modelo de «persona social» que se quiere propiciar. No es que todos tengamos que pensar igual pero si debemos tener un mínimo de consensos a partir de los cuales construir nuestro modelo cultural. Claro, esto termina siendo una posición política, si se quiere sociológica, por que pasa por pensar cual es el tipo de sociedad que queremos. Para mi el ideal de sociedad tiene que ver mucho con esas viejas ideas de las utopías, del significado de la libertad y la democracia, de como debería ser una sociedad participativa, de la igualdad de derechos y oportunidades y un largo etc que en comunidad no discutimos o no nos atrevemos a hacerlo de forma pública».

Esto es lo que dice Befana en su blog en un escrito llamado «las preguntas de Tania«, lo cual me lleva de nuevo a mi escrito anterior, a esa necesidad incesante de reinventar el mundo, de no conformarnos con lo que hay, no quejarnos y burlarnos todo el tiempo de lo que ocurre, más bien tratar de aportar un poco en el transcurso de nuestra existencia, el 10 de agosto serán publicadas en google earth las imágenes que desde hace menos de un mes venimos aportando en la cuenta de ConVerGentes (puede adelantarse y ver las fotos aquí), pienso que por cosas tan sencillas como esa se puede empezar, me pueden preguntar porque gasto tiempo que podría invertir en dormir haciendo este tipo de proyectos, y la respuesta siempre apunta a los mismos ideales, ¿para qué pretender que mi barrio salga en un mapa que puede ver todo el mundo?, ¿que sentido tiene contrastar la hermosa vista de Medellín con casas de madera y con cuadras sin pavimento en las que los chicos juegan a falta de un parque?…

Recuerdo aquel profe de teoría del conocimiento, cuando hablaba de Heidegger, y cuando hablaba, en especial de una palabra: DEVELAR -aunque en ese caso, era en relación a la techné-, y es que es cierto, todos tenemos una venda, un velo, en parte introducido por las represiones sociales, por ignorancia, por nuestros miedos, por ese montón de cosas que hemos ido aceptando como verdades, y en parte ese es nuestro gran problema, creer en el fijismo de las cosas, responder que las cosas son «porque sí», conformarnos con lo que ofrece el mundo sin hacer el más mínimo esfuerzo por cambiar esas cosas en las cuales disentimos, hemos aprendido a ver el mundo como una verdad irrefutable, una masa pesada y monocromática con la que debemos conformarnos -últimamente que estamos tan «zaratustrianos», deberíamos intentar inventar un país cómo «la vaca multicolor»-

Soy consciente de que introducir nuevas ideas puede generar la muerte en muchos casos, que vivimos en un país en el cuál se matan a diario los sindicalistas, y que el pueblo calla por miedo y sigue rumbo a su abismo, pretender una sociedad participativa y con igualdad de derechos puede ser una utopía, pero se que vivo en un país lleno de sueños, de gente que aún cree en la libertad, gente que se esta cansando de las mismas injusticias de siempre, la misma corrupción, y la solución no es burlarnos, quitarle el sentido a sus intentos de protesta, de reaccionar, la solución es unirnos y buscar un camino juntos…

¡Pasar de la utopía a la realidad!

Simios en la caverna…

protónEs asombroso que el proceso químico que justifica nuestra respiración y metabolismo, y, en general, mucho de nuestra existencia en cuanto a lo químico y material se pueda basar en UN PROTÓN, algo tan pequeño, tan elemental, los procesos se justifican por campos magnéticos, cargas, afinidades -y eso sin contar cosas más pequeñas e importantes…-.

Todo para pasar un «simple» protón de un lado a otro, lo usas, lo liberas, lo vuelves a usar…, todo nuestro metabolismo, respiración, síntesis de proteínas, etc. Que sin ese casi “insignificante” protón no seria posible, no existiríamos nosotros, en general, no existiría la vida tal y como la conocemos, eso, tratándose de un proceso relativamente macro, luego, si nos ponemos a pensar en algo relativamente micro nos asombramos aún más de la magnificencia de la vida, y si luego llevamos esa cantidad de procesos caóticamente ordenados a un organismo macro como una oruga que anteriormente fue huevo, posteriormente será pupa y finalmente mariposa…, o un pez que muestra un comportamiento complejo de agresividad que depende entre otras cosas de su edad… (Esos son mi oruga y mi lindo betta, ex compañero de nombre de “caroteno”, pez beta hembra) uno puede quedarse boquiabierto durante horas simplemente observándolos…

Y si pensamos también en animales tan raros como el ornitorrinco, que hoy tiene a la ciencia, como diría akenaton “agarrándose de los cabellos” por lo que han revelado sus genes…

Si pensamos en plantas que por el déficit de nutrientes en sus suelos desarrolla trampas para cazar insectos…

Si abrimos nuestros ojos ante el universo lo valoramos un poco más, entendemos que la vida vale la pena, entendemos que tanta complejidad esta fuera de nuestro alcance, que sintetizar compuestos como el benceno –que ayudaría, entre otros, a acabar con el hambre- está fuera de nuestro alcance, somos monos sin pelo, tal vez si estamos como decía Platón, encerrados en una caverna, tal vez somos tan ciegos que solo vemos las sombras, el mundo de las ideas esta fuera de nuestra oscura caverna, lejos de nuestros ojos de simio.

Que puedo decir… esto dice que lo escribí el 26 de mayo de este año, esto tal vez si tiene que ver con mi avatar, aunque, para quienes no lo sabían, el avatar del simio fue solo una burla a mi misma, por el tic que solía tener con mi mano en el mentón, y por mi mandíbula, a veces hay que salir un poco o mucho de lo psicorígidos que somos y burlarnos incluso de nosotros mismos y de nuestra ignorancia ante la complejidad de universo.