Renacimiento

Un nuevo día…

Entonces te levantas y los rayos de sol iluminan una sonrisa imborrable…
Entonces las plantas se ven más verdes, los animales, de alguna extraña forma se ven más felices (¿felices?) y el aire se siente un poco más fresco…
Entonces escuchas esa voz en la mañana y es todo un deleite que entra por tus oídos y se dispersa por el cuerpo…
Y sientes que todo cambia de repente, y todo lo que solía ser caóticamente depresivo, ahora es caóticamente feliz…
Y la gente parece más amable, y el viento se siente más tranquilo (¿tranquilo?)…
Y entonces las mariposas revolotean por delante de ti, y los pájaros cantan dulces melodías…

Es una etapa de relativo aislamiento social, de reencuentro con el yo, el ello y el superyó…
Una etapa llena de sentimientos poco usuales y a la vez de naturaleza, esa naturaleza que llena de extraños sentimientos -relativamente místicos-, que te ayudan a pensar y disfrutar…

Entonces el día se torna lentamente en noche, las aves cantoras ahora buscan su nido, el cielo se llena de innumerables tonalidades y empieza a nacer la majestuosa noche, entonces esa persona te abraza y deja de importar la hora, el paisaje se ve mucho más bello…

Luego llega el momento de la despedida, pero solo es una despedida material, pues en la cabeza todavía perduran mágicos recuerdos y un millón de sensaciones recorren el cuerpo…

…¿A algo similar le llaman amor?

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A modo personal, pienso que es inevitable desear que esas etapas sean eternas…

Noche

Los rostros apacibles, tranquilos, cansados…

Aquella pareja de enamorados que disfrutan su embeleso.
Aquella que cierra sus ojos, tal vez para evadir la noche o inventar una nueva.
Solo miro a estas personas mientras viajan a través de las luces amarillas que emiten las bombillas…
Miro al ser que cierra fuertemente sus ojos como para despertarse de nuevo.
La mariposa nocturna que revolotea de un lugar a otro.
Algunos aún tienen ánimos de conversar y reir…
Pero en otros sus ojos reflejan el hastío, la angustia…

Luego me miro, miro mis huesos que cada día son más visibles a través de mi piel, siento, siento mis ojos cansados y sin la suficiente energía para llorar.
Siento que un poco de mi ha muerto esta noche a través de los ojos nocturnos de otros.

Noche-Foto en barrio nuevo

Escrito un 29 de julio en uno de los usuales viajes en metro hacia mi casa…

La foto es una vil mentira, fue tomada cuando amanecía para ir a la universidad… se ve más oscura por el editor… la original puede encontrarla aquí.

Dos cosillas…

“Estuve ayer en el barrio de los acostados buscando a mi hijo, ya tiene ahí 31 años –suspiro-… ya en eso no hay nada”

…El anterior es un pequeño recuerdo de mi estadía en Cajicá-Cundinamarca, si quieren ver foticos, en «mis fotos de flickr»-a la IZQUIERDA- hay algunas, las demás, comprenderán que son archivo personal, en cuanto al recuerdo, habla por si solo.

Ahora, la otra cosilla… algo romanticista, nada personal…

CARTA

Me pregunto si al verte en el espejo recuerdas aquel momento.

Si recuerdas nuestra imagen borrosa reflejada en el vidrio lleno de gotas de vapor.

Me pregunto si aún no olvidas los besos y las caricias…

Me pregunto si al ducharte recuerdas el agua tibia que corría por nuestros extasiados cuerpos.

Me pregunto si recuerdas esa noche en la que mirarte hacía casi insoportables las ganas de besarnos…

Me pregunto si fuiste sincero y no olvidaste todo aquello.

Me gustaría que aún guardaras en los labios la huella de nuestros besos…

Podrá parecer absurdo, pero esta, y mil cosas más me pregunto…

…Y aún espero respuesta.

La primera frase fue pasada al cuaderno psicodélico el primero de junio de este año, la fecha del día que escuché tales palabras no la recuerdo, en cuanto a quien las dijo, creo que merece que su identidad se respete.

La «carta» fue escrita el 16 de julio en el metro en el susodicho cuaderno 🙂

AHHH, LO OLVIDABA, LA ÑAPA, LA ENTRADA QUE PUBLIQUÉ EN EL BLOG DE ConVerGentes sobre campus party

ESPERO LES GUSTE.

Imposibles

Ayer estabas a mi lado, ayer todo era un derroche de alegría para mí… ayer.

No quiero que solo sea cosa de ayer, quiero que siempre estés conmigo, quiero que no te vayas, pero quiero que si te quedas sea algo decidido libremente…

No puedo presionarte así que debo controlarme, si supieras como es de difícil, decirle a mis manos que no te escriban, que no te toquen, decirle a mis ojos que no te lean ni te miren, decirle a mi corazón que no lata tan rápido cuando te veo y más cuando estas cerca, decirle a mis brazos que no te abracen, y lo más difícil…

Decirle a mis labios que no intenten besarte, que esperen a que me beses… que esperen, y que cuando estés muy cerca, se controlen, que no te llenen de besos.

¿Por qué las cosas no pueden ser más sencillas?, por qué no puedo tenerte y besarte cuando quiera, y claro, que también quieras, pues de otro modo no quisiera ni siquiera tenerte…

Mmm, esto si tiene fecha, pero mejor dejémosle por allá, en el baúl oscuro de la dulce represión de nuestra amada condición de neuróticos (favor ver about_unknown para contextualizarse un poco), naturalmente, esa persona no está conmigo ahora, tal vez por demasiada presión, demasiado descontrol mío, que se yo, simplemente libertad, es cuando leo escritos como este cuando más me quiero, porque aún siendo un mar de dudas y sentimientos permanece mi mayor principio, la libertad, y aún con deseos posesivos cómo “por qué no puedo tenerte y besarte cuando quiera” o “quiero que siempre estés conmigo” y peor aún “QUIERO QUE NO TE VAYAS”, aún con todo eso, permanece ese …“pero quiero que si te quedas sea algo decidido libremente”, ahora, con la cabeza fría lo leo y encuentro miles de defectos tras cada letra, incluso veo porque todo se acaba, la respuesta es que el problema es mío, en este escrito encuentro el problema –mi problema- con el asunto del romanticismo, el verdadero problema es que no encuentro la solución.