Incertidumbres

Caminar, sonreir, seguir.

Al fin y al cabo todo se resume en caminar.

Y pensar que caminando se derramaron lágrimas tan amargas, y pensar que el frío helaba la sangre, y pensar que la soledad atormentaba como a animal forzado a estar solo luego de habese domesticado para la compañía.

Y dejar de pensar.

Y mandar al carajo la angustia, y mandar lejos los miedos, y dejar el letargo en la cama. Sí: Levantarse.

Cuando se mantiene de tropiezo en tropiezo es difícil saber si uno llega a levantarse por completo.

Y saber si se está sano es aún más difícil que saber si se está de pie, dicen que también depende del punto de referencia, y de circunstancias complejas. Quien sabe.

La única certeza respecto a uno mismo es sentir.

Frío (2)

«¡Abran! ¡Abran! Lo soportaré todo: los cepos, las tenazas, el plomo derretido, las pinzas, el garrote, todo lo que quema, todo lo que desgarra; quiero sufrir normalmente. Antes cien mordeduras, antes el látigo, el vitriolo…, todo antes que este sufrimiento interior, este…, este fantasma de sufrimiento que roza, que acaricia y que nunca hace demasiado daño».

Jean Paul Sartre – A puerta cerrada

Que se me secan de vivir las ganas,

y se me inundan los ojos, amor mío.

Que espero y no espero tu regreso,

Que dormida y despierta desvarío. Sigue leyendo «Frío (2)»

Frío

A la voz de Susana Rinaldi

No sé lo que hay detrás de tu voz.
Nunca te vi, vos sos los discos
Que pueblan por las noches este departamento de París.

Te busqué en Buenos Aires, pero sabés seguro
Cuántos espejos de mentira te hacen pifiar la esquina,
Como después de andar de bache en bache
Acabás con ginebra en un boliche
Murmurando la bronca del despiste.

No sé, ya ves, ni como sos,
Tengo las fotos de tus discos, gente
Que te conoce y te escribe,
Paredes de palabras con glicinas
Y vos detrás, inalcanzable siempre.

(Y esto que digo Susana
es también la Argentina donde todo
puede esconder la estafa si no sabemos ser
como el farol del barrio, o como aquí sus tangos,
vigías de la noche y la esperanza).

Julio Cortázar

Luego de un atardecer lleno de malditismo llega la calma.

El aroma del café aún persiste en el bulbo olfatorio,

los labios se han secado esperando sus besos…

Los besos se han diluído en la lluvia de la tarde.

. Sigue leyendo «Frío»

Soledad es que nadie me lea…

Algún día como cualquier otro, caminando por baranquilla, por esa vía que va desde la Universidad De Antioquia hasta la estación Hospital del metro y viceversa, no pude evitar observar unos 2 mensajes que llamaron mi atención, el tercero apareció después, los pongo en el orden en que decidí entenderlos…

...El segundo que ví:

...EL primero que ví:

…El tercero que ví:

Lo pensé varios días, dudé mucho hasta decidirme a tomarles una foto a la carrera, sentí una inmensa alegría al no verme sola, al saber que, como mínimo (sin que ese mínimo sea sinónimo de poco), él siempre me lee y me escucha, sentir ese alguien que te aleja de las frías garras de la soledad y te lleva a un paraíso cálido y comprensivo.

…Y es que esas garras frías siempre asechan, siempre estan a la espera de congelarnos a todos el corazón, siempre es importante ese alguien que nos quiere, nos escucha y hasta nos ama, ese alguien que esta ahí, leyendo este mensaje al igual que muchos otros, ese quien que acompaña siempre, que lee miradas, escritos, pensamientos y sueños… Sigue leyendo «Soledad es que nadie me lea…»