ELLA.
Ella va con orgullo, hasta con porte en la parte delantera del colectivo…
Su maquillaje, pese a lo abundante, deja ver algo de su rostro juvenil, que se decora de forma perfecta con su sonrisa…
Ella le habla y le coquetea, a lo cual el le corresponde…
EL
Corresponde al coqueteo de ella, mira su hermoso cuerpo con delectación.
Muchas mujeres como ella han estado en ese mismo puesto coqueteándole a personas como él, y esta claro que cada cual es libre de vivir como quiera, pero al verla a ella concentrando su joven existencia en seducir a un hombre que el día de mañana –si es que no ocurre e su próximo viaje- prestará atención a los encantos de muchas otras jóvenes como ella.
Entonces recuerdo aquella escena en el bus, en la cual una mujer adulta (o adúltera, jeje) Estaba en el asiento de adelante, de igual forma, seduciendo al conductor, y luego se monta una señora cuyo semblante era de disgusto, en embarazo evidente y procede a insultar a la otra mujer y al conductor, quien probablemente tenía una relación “seria” con ella –lo digo por el embarazo, por supuesto-…
Y me pregunto donde queda nuestra autoestima como mujeres, si es más importante estar al lado de un hombre que nos llene de mentiras y de por satisfechos nuestros caprichos, o estar al lado de una persona que en verdad nos quiera.
No tengo nada en contra de una relación que sea sin compromiso alguno, pero…
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