Ya he dicho en otras oportunidades en este blog que no me interesa ser una «supermujer», lo mucho que rechazo ese estereotipo que tanto nos han metido de que como somos mujeres somos capaces de hacer un millón de cosas a la vez, que podemos trabajar, encargarnos de todas las labores del hogar, de la maternidad, el cuidado de los otros en general, ser además exitosas en la política y en otras esferas sociales. Pienso que en parte ese estereotipo es el que ayuda a que tantas mujeres hoy día sin quejarse* trabajen de manera no remunerada como mínimo tres horas más que los hombres.
Que sí, que hay más hombres involucrados en las labores de cuidado es cierto (y cada vez más hombres solidarios con la causa feminista), pero también es cierto que aún falta mucho, y que estamos en un círculo vicioso del que no es fácil salir sin medidas que mitiguen las actuales desigualdades, porque es muy fácil salir del paso diciendo que hay que educar en la equidad de género, lo cual, por supuesto, hay que hacerlo, pero de momento no cambia el ciclo. Sigue leyendo «Cuidado, drogas, tierras y otros.» →