¿Y qué pasa si de repente todo el cielo que estaba nublado se va despejando?
¿Y qué pasa si lográs, luego de años de bloqueo, superar tus taras? o alguna, al menos.
Los sueños, que se iban disipando, que iban siendo poco a poco desasosiego, frustración y vacío, vuelven a colorear el futuro posible, a mostrar en la cara que es posible.
«Gracias doy a la desgracia y a la mano con puñal
Porque me mató tan mal
Y seguí cantando».
Supongo que hay que agradecer, sí, gracias.