Sense

La imagen de tus pupilas se ha quedado impregnada en el visor de mi memoria.

El aroma de tu piel se ha acumulado como un recuerdo casi palpable entre las conexiones neuronales.

Esa piel que quisiera recorrer con mis labios, con mis manos, con mi tacto, sin detenimientos.

¿Acaso no lo ves? ¿acaso no es muy obvio?

Si es que con solo leer algo tuyo o escuchar tu nombre mis ojos brillan y el rostro completo se transforma en alegría.

He deseado tus labios como un sediento desea el agua en el desierto.

Un sediento que camina errante buscando el elixir que le refresque el cuerpo y el alma.

El elixir sagrado con el cual conjugarse para la eternidad.

Y transformarse en sentido.

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