Sin tìtulo

Y así ocurre, un día agradecemos al universo, a dios, o a quien se crea, por existir, por tanta fortuna, de repente todo se derrumba, nada que hacer, la vida sigue y no hay tiempo de estancarse, no hay tiempo para lamentarse, ni para làgrimas.

 

Es asì, las personas llegan a la vida y luego llega el instante del adiòs, y queda huella, que quema, seguramente… Pero la vida, necesariamente, debe seguir.

 

Para què, puede preguntarse uno, para nada, estamos aquì, eso es todo, hay que hacer algo con esta existencia.

 

La vida definitivamente no trae manual de instrucciones, una vez en ella, simplemente siga, y trate de ser feliz, de hacer feliz a otros, seguro eso pude darle sentido a cada partìcula de oxìgeno que usted consume por segundo, al menos un poco.

 

…Este barco no anda.