Una hora

5:00 Camino


Escribo. Con la consciencia de que la mitad de las ideas se han dispersado en el camino con el soplo del viento.

Escribo. Tal vez con la intención de retener un poco más esas efímeras palabras…

El camino. La multitud bulliciosa de hace algunos meses se ha transformado en la pesada atmósfera contaminada luego de un día de sol.

La multitud. Como rezagos de existencia humana quedan las heces malolientes en la esquina que intercepta el camino con el muro, quedan también unas pocas personas que caminan con lo pies pesados, tal vez por la pesada atmósfera.

Atardecer. La luna redonda empieza a brillar con más intensidad en el cielo.

Parque. Totalmente aislado, y a la vez unido a el camino, guarda a los individuos que han decidido disfrutar su soledad en compañía, tal vez también a mí.

Agridulce. Con los recuerdos de la última cerveza, dulce y amarga, con los recuerdos de las agrias lágrimas, y con el sabor de sus besos dulces: la señora pregunta ¿Agridulce?, respondo que sí, segundos después descienden por la garganta esa multitud de sensaciones. Sigue leyendo «Una hora»